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Algunos creen que la Guardiana adopta la forma de un zorro. Algunos ven otros animales, pero su papel en todos los cuentos sigue siendo el mismo. Un enigmático y caprichoso espíritu que ve el destino de los vivos como un juego de persecución. Se acerca a las almas que buscan su descanso con la promesa de un camino de salvación... pero se olvida rápidamente de aquellas que se desvían del camino.