Anuncio

Cuando un virus mutagénico convirtió al mundo en un purgatorio de muertos vivientes, nadie estaba más emocionada que Jinx. No había leyes, ni civilización, y ni siquiera una pizca de una sociedad educada había sobrevivido... Solo había innumerables hordas de esponjas de balas que vomitan baba y toda la munición que pudiera encontrar. El paraíso.