Anuncio

Algunos tienen la creencia que la riqueza de Gnar proviene de su investigación pionera en economía y lingüística. Otros se preguntan si sus inversionistas lo apoyan solo por su indiscutible encanto. De cualquier forma, hoy en día recibe premio tras premio, y el último fue una escultura de él mismo en hielo que nunca se derrite. O eso se rumora.