Anuncio

El solitario maestro tomó un único aprendiz en toda su vida. Le transmitió toda su sabiduría, creyendo que había encontrado un sucesor. Sin embargo, cuando su alumno lo traicionó, el maestro solitario sucumbió, no por el filo de la espada, sino por un corazón roto. Y así, quedó condenado a una búsqueda eterna por aquel alumno perdido, el único heredero de su legado.